
No quedan ya rincones en tu boca,
los cuales yo no haya conquistado,
pues yo me considero enamorado.
Y tú que me quieres, te llamo loca.
Me conoces, paciencia tengo poca,
ya muero por quedarme a tu lado,
como si a tu droga estuviese atado,
este es el pesar que a mi me toca.
Pero prefiero haberte conocido
aún siendo ratón de tu ratonera,
sabiendo que salir está prohibido.
Y sé que la conquista es traicionera,
no me arrepiento de haberte tenido
verano, otoño, invierno y primavera.
1 comentario:
¡¡¡Es un poema precioso!!!Me gusta mucho tu blog.¡Enhorabuena!Sigue escribiendo así de bien,para que los que no tenemos ese don,disfrutemos leyendo estas maravillas.
Un saludo y ánimo.
Publicar un comentario